川走庵, mi espacio de té
Umberto Eco dijo que el Finnegans Wake de James Joyce es "el documento de inestabilidad formal y ambigüedad semántica más aterrador del que jamás se haya tenido noticia". Por si no queda claro, es bastante difícil de leer. Está plagada de complejísimos juegos de palabras que abarcan múltiples idiomas. Para entenderlos, no importa lo culto sea el lector, hay que estar acompañado de alguna de las varias exégesis que hay de la obra, igual de extensas (o más) que la novela, que explican la mayoría de estos juegos así como sus infinitas referencias, asociaciones y simbolismos paralelos.
También hay quien dice que la única manera de encarar la lectura es guardando la racionalidad en un archivo protegido por una contraseña segura. Nadar en sus páginas como en un río, saboreando la perplejidad en lugar de luchando contra ella. Recomiendan incluso leer páginas al azar, para empezar; total, no vas a entender nada. Y así, página a página, quizás un día encuentres algo. Un ritmo, un fantasma, una palabra, algo; Joyce decía, parte en chiste, que si el universo entero desapareciera, podría ser recreado en su totalidad a partir del FW. Durante mucho tiempo, se consideró intraducible.
Pero la mente humana es tan maravillosa como sorprendente y hay traducciones a varios idiomas, incluyendo el español (un trabajo reciente editado por El cuenco de plata). Todavía más sorprendente, hay dos traducciones al japonés. Dos. Probablemente porque el resultado de la primera, obra de Naoki Yanase, sería aparentemente todavía más imposible de leer que la propia obra de Joyce. No me sorprende ni un poco. Vamos con un ejemplo, la primera oración del libro.
riverrun, past Eve and Adam's, from swerve of shore to bend of bay, brings us by a commodius vicus of recirculation back to Howth Castle and Environs.
riverrante, pasando Eva y Adán, de curva ribereña a codo de bahía, nos trae por un comodioso vicus de recirculación de vuelta a Howth Castle y Environs.
川走、イブ·アダム礼盃亭 を過ぎ、 く寝る 岸辺 から輪ん曲する 湾へ、今も度失せぬ 巡り路 を 媚行し、 巡り戻る は 栄地四囲委蛇たるホウス城 と その周円。
Riverrun es una de las tantas palabras que Joyce inventó. Unión de “river/río” y “run/correr”, es el movimiento del agua del río. Es un río convertido en verbo; un río a final de cuentas es un verbo, es un proceso. Dinámico, lo caracteriza el movimiento. Además, no es un río en particular el que corre sino todos los ríos, un río arquetípico que es femenino por naturaleza. Finnegans Wake es además un sueño, y no es raro que en la primera palabra haya un gesto al francés rêver, o "soñar". Y sí, la novela empieza en minúscula porque la primera oración es la continuación de la última oración del libro, que no termina en punto final. No hay punto, ni comienzo ni fin; es un libro circular.
La segunda traductora al japonés, Kyoko Miyata, fiel a su idea de lograr una traducción más fácil de leer, tradujo el concepto de manera literal como 川は流れる kawa wa nagareru, "el río fluye". Pero no creo que Joyce hubiese estado muy de acuerdo. Yanase, en la primera traducción al japonés, inventó una palabra. Crear palabras de la nada en japonés no es un acto tan radical como en nuestros lenguajes occidentales. Pero lo que hizo Yanase me encanta (y creo que le habría gustado a Joyce).
Juntó los kanjis de "río" y "correr", una conjunción para nada habitual en el idioma, con el sonido de 川走 sensō. Y al hacerlo, además, lo relacionó con uno de los varios temas recurrentes de FW. 川走 es prácticamente homófono de 戦争. Homófonos son palabras que tienen el mismo sonido pero escritura y significado distintos, lo que permite realizar exactamente el tipo de juego de palabra que abunda en la obra. Y senso (en lugar de sensō, es decir sensou), significa guerra.
En una lectura, la novela está repleta de detalles de batallas de distintas guerras históricas, de la Primera Guerra Mundial a Waterloo y a antiguas batallas entre ejércitos de imperios desaparecidos. Pero en otra lectura, todas las batallas son representaciones de un único conflicto. No tanto un conflicto como un proceso compuesto por polaridades; yin y yang, los Eva y Adán del comienzo de FW o uno de los pares favoritos de Joyce, Shem y Shaun. Con sensō, Yanase describe el fluir del río de una manera novedosa pero asociándolo también a otro fluir, igual de dinámico y presente en la obra, como la dualidad.
Según Robert Anton Wilson, FW es también una novela sobre la sincronicidad; y Jung era un gran fanático de la novela (no es descabellado creer que el FW haya influenciado a Jung en más de una manera, del mismo modo que Joseph Campbell desarrolló su “mito del héroe” en The Skeleton Key, una de las primeras exégesis del Finnegans Wake). Podría decir que fueron coincidencias, pero llegado a este punto, y escribiendo sobre lo que estoy escribiendo, voy a decir que fue una serie de sincronicidades, claras y rotundas pero que no vienen al caso, lo que me llevó a elegirlo como el nombre de mi espacio de té. Así quedó, entonces: 川走庵 sensōan.